Habrás oído que muchos de los alimentos que comemos en nuestro día a día han sido genéticamente alterados, causando la preocupación de muchas personas.
En este artículo, pretendo esclarecer de qué tratan estos alimentos modificados genéticamente, es decir, los alimentos transgénicos. ¿Son peligrosos para la salud? ¿Cómo han sido modificados? ¿Cómo los podemos identificar?
¿Qué es un alimento transgénico?
Lo primero de todo es definir lo que es un alimento transgénico.
Un alimento transgénico es aquel que ha sido modificado genéticamente utilizando para ello técnicas de ingeniería genética.
Frente a las técnicas convencionales, en las que se trataban de cruzar las mejores muestras para obtener el mejor conjunto de genes posibles, la ingeniería genética trabaja sobre genes específicos, permitiendo que se puedan modificar aquellas características concretas que más nos interesan.
La ingeniería genética, por tanto, habilita una forma de trabajar más rápida y eficaz.
¿Son seguros los alimentos transgénicos?
La EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) ha establecido una serie de criterios para evaluar la composición, alergenicidad y toxicidad de los alimentos transgénicos.
Los alimentos transgénicos aprobados por esta organización, han sido ampliamente evaluados y testados, por lo que garantizan una seguridad a corto plazo en cuanto al consumo de los mismos.
No obstante, nunca se puede afirmar que no hay ningún tipo de riesgo, ya que son un tipo de alimentos relativamente nuevos. Por eso se siguen evaluando y estudiando sus posibles y potenciales efectos a largo plazo.
En conclusión, los alimentos transgénicos tienen una evidencia científica sólida de ser seguros.
No obstante, aún se necesita una investigación más amplia para poder afirmar con toda seguridad que no van a tener ningún efecto a largo plazo.
¿Qué ventajas ofrecen los alimentos transgénicos?
Son múltiples las ventajas que podemos obtener de los alimentos transgénicos, a continuación te voy a exponer algunas:
- Resistencia a plagas: reduce la necesidad de utilizar productos agrícolas en las plantas, minimizando el impacto ambiental y de salud derivado de ello.
- Mejora de rendimiento: aumentan la productividad de los cultivos, lo que resulta beneficioso en aquellos climas adversos que deterioran con facilidad los cultivos.
- Mejora de calidad nutricional: hay ciertos alimentos que tienen determinadas propiedades nutricionales adicionales, como puede ser el arroz dorado, el cual ha sido enriquecido con vitamina A (vitamina de la que carece el arroz).
- Mayor vida útil: el alimento en cuestión tarda más en deteriorarse, lo que va a reducir el desperdicio alimentario.
¿Qué desventajas podemos encontrar en los alimentos transgénicos?
- Incertidumbre ante los efectos a largo plazo: si bien los alimentos transgénicos parecen ser seguros, no hay ninguna prueba evidente que demuestre la inocuidad de este tipo de alimentos a largo plazo.
- Descenso de la biodiversidad: los cultivos transgénicos pueden acabar eliminando variedades de cultivos tradicionales, que no son tan resistentes como los transgénicos.
- Contaminación genética: cabe la posibilidad de que los genes modificados de los cultivos puedan cruzarse de forma descontrolada con especies silvestres.
- Malezas con mayor resistencia: los cultivos alterados genéticamente para ser más resistentes, pueden generar la aparición de malezas más resistentes a herbicidas, que requieran del uso de herbicidas más potentes.
Conclusiones
Los alimentos transgénicos son aquellos que han sido modificados genéticamente con el fin de obtener múltiples mejoras a nivel nutricional, medioambiental, tecnológico, etc….
Si bien esta práctica ha sido ampliamente estudiada y todo apunta ser segura, aún no podemos asegurar la inocuidad de este tipo de alimentos a muy largo plazo, ya que este tipo de prácticas han sido introducidas hace relativamente poco tiempo.
Son múltiples las ventajas que podemos obtener de los alimentos transgénicos, cómo alargar la vida útil, otorgar a los alimentos propiedades nutricionales adicionales o aumentar el rendimiento.
Dicho esto, también hay que tener en cuenta algunas desventajas, como el descenso de biodiversidad de los cultivos tradicionales, la posible contaminación genética, o la mayor resistencia de las malezas.
